Hoy Google celebra el 78 aniversario del nacimiento de Robert Moog.
El sintetizador virtual del "Google Doodle" es interactivo, y se puede incluso grabar y compartir composiciones.
May 23, 2012
Feb 9, 2012
Kenny Rogers al rescate
Los efectos terapéuticos de la música se han apreciado durante décadas en el tratamiento de ansiedad y depresión, problemas del habla, y el autismo. También se ha usado para tratar desórdenes mentales degenerativas como los síndromes de Parkinson y Alzheimer. Existen multiples casos como el de Rande Davis Gedaliah, diagnosticada con síndrome de Parkinson a los 60 años. Comenzó a padecer espasmos musculares, dificultades al caminar, problemas de equilibrio, y pérdida de control de sus piernas. Pero cuando escuchaba música, podía mover sus piernas, controlar los espasmos, e incluso bailar.
En el 2009, se publicó un estudio en el semanal de la universidad de Stanford, el Proceedings of the National Academy of Sciences. El experimento se enfocaba en pacientes con lesiones cerebrales que sufrían de negligencia unilateral. Esta condición, en pocas palabras, hace que el paciente ignore la mitad de lo que tiene a su alrededor: se come la mitad de su comida, se afeita sólo un lado de la cara, e ignora todo tipo de estímulo visual en una mitad de su campo de visión. Los investigadores diseñaron pruebas visuales para los pacientes, que luego las debían completar mientras escuchaban, en diferentes sesiones, música que les disgustaba o les agradaba. Los pacientes producían mejores resultados en las pruebas cuando escuchaban su música preferida, posiblemente por los altos niveles de dopamina producida al escuchar música placentera. Curiosamente, el artista cuya música pareció producir mayores beneficios para los pacientes que la escucharon fue la de la estrella de country Kenny Rogers, por lo cual el investigador principal dijo, "Estamos pensando llamar esto el Efecto Kenny Rogers."
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